CENTENARIO PIRANE - BRAULIO SANDOVAL


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Un punto de encuentro de los jóvenes era la Estación 

del Ferrocarril, donde nos reuníamos para ver pasar a 

la gente, envidiándolos sanamente por poder viajar a 

otros lugares. 

Los más frecuentes eran los trenes que, desde Formosa 

se dirigían hacia el oeste: Las Lomitas, Embarcación 

(Salta) o Buenos Aires. En cambio desde Buenos Aires, 

venía solo un tren por semana, pero era muy esperado 

porque en él venían los que estudiaban allá y también 

llegaban las revistas, tras cuatro días de viaje.En el mes 

de Mayo del año 2005 el escritor piranense Braulio 

Sandoval publicó un libro de poemas titulado " 

CAMPEANDO RECUERDOS ", del cual, con su 

autorización, transcribo el fragmento de una de sus 

inspiraciones:




GRACIAS MI NIÑEZ PIRANÉ

Recordaré tu siesta de sol y lagartijas
días de pesca en el "Zanjón de Peña"
a escondidas del abuelo…
Recordaré tu empalizada sendero yajheó
con su embalsado de camalotes y totoras,
canastitas, curiyúes, bagres sapos y mojarras.

Recordaré mis días de bolitas, pelotas
y de trompos, de barriletes de tacuaras,
de mil cortaditas y al cielo volar…
Recordaré mi guardapolvo almidonado,
sin tablas y sin ninguna mancha.
De alpargatas correteando en los recreos.

Recordaré a mis maestras Maluf, Marchetti,
Yeepel, Virginia Corrales, Vega y Titi Aguirre,
y mis maestros Carlos Quiñones, Flores, al Director
Aguirre, correntino de ley…
Recordaré a mis compañeros de la treinta y seis,
a José María Lesbegueris, a Doña Pilar, su mamá,
la mamá del resumen y cuentas sacar.
A Carlitos Benítez, a Doña Morocha, su mamá,
"estudiá mi hijo", recomendaba al pasar.

Recordaré al " Paíno Carlos", a mi madrina " Chicha".
Al "Paíno guazú" Vicente Quiñones, cabalgando…
Sensible abuelo, buen mateador, excelente consejero.
Recordaré a mi abuela Salomé María y María de la Cruz.
Al " mitá capilla " Irala y a la tía Francisca Sandoval.
A don Aquino Ramos, campesino arandú.
Al Toyo del agua en los picos, asusta mitaí.
Al sordo Fortú pica leña, soldado en el Chaco Boreal.
A don Eduardo, lituano, desafiador de ánimas.

Recordaré el pan dulce y la sidra a los pobres…
Y volveré a mis sueños de niño, deshojando nombres en el tiempo…
Voleré a tus calles, a tus casas, a tu gente, quienes mirarán asombrados,
sin sospechar este llanto de nostalgias regando tu suelo.
Y en susurro emocionado te diré: " Gracias mi niñez Pirané".
Categoría: Sin categoría I Comentarios (1)

Fuimos testigos de emotivos encuentros entre familiares que no se veían hace mucho tiempo que regresaban o venían a pasar las fiestas.
El detalle pintoresco lo constituían las revendedoras y las chiperas, que aguardaban la llegada del tren para vender sus mercaderías a los pasajeros, y los changadores con sus carretillas prestas para llevar las las valijas y bultos de los que llegaban.


BRAULIO SANDOVAL